A la hora de elegir un banco para nuestro gimnasio en casa siempre cabe la duda sobre si elegir un banco plano o un banco regulable. Hoy vamos a tratar de mostrarte las características de cada uno de ellos y las cosas en las que debes fijarte para comprar el banco perfecto para tu home gym.

Banco Regulable

Antes de nada debes valorar para qué vas a usar el banco, ya que hay ejercicios comunes para ambas opciones, y otros ejercicios que son inviables de hacer con seguridad en alguno de ellos.

 

Sobre los ejercicios, también hay que tener en cuenta nuestra proyección a futuro y la cantidad de veces que lo usamos. Aquí hay que tratar de ser realistas, y no basarnos en lo que creemos que haremos sino en lo que será más probable que hagamos.

 

Sin duda, el presupuesto es una variable importante, ya que las diferencias entre bancos planos y regulables en este aspecto son bastante grandes.

 

Veamos qué características tiene cada modelo y luego podremos valorar mejor cuál elegir.

 

Banco Plano

 

El banco plano es un equipamiento deportivo que lleva muchos años entre nosotros, y es algo básico pues sirve para hacer uno de los ejercicios más famosos, como es el press de banca o bench press.

Los bancos planos se caracterizan por tener una estructura robusta y estable. Los hay con el armazón fabricado en una sola pieza, o en varias soldadas o bien atornilladas. Esta estructura debe ser pesada y consistente para garantizar la robustez y estabilidad. Esta es la razón por la que muchos bancos llevan ruedas y un mango para facilitar su movilidad por el gimnasio debido al peso que estos tienen.

Los hay de 2 patas, ambas con bifurcación en T o de 2 patas con una bifurcación en T y otra simple a modo de trípode.

Las 2 patas en T consiguen mayor  estabilidad, pero también pueden estorbar más a algunos atletas a la hora de colocar los pies. Mientras que el "trípode o tripata" deja menos huella espacial.

Un banco plano debe tener una superficie plana como su propio nombre indica y con un acolchado resistente que se adapte a nosotros pero que no se hunda y que recobre su forma tras su uso.

Algunos ejercicios que puedes hacer con un banco plano son: press de banca, sentadillas búlgaras, apoyo para escalar fondos en el suelo y fondos pino, fondos de tríceps, apoyo para sentadillas y pistols, abdominales, fondos de tríceps... Y bueno, si lo pisas, que no es lo recomendable porque podrías dañar la tela puedes hacer steps up o box jumps, por ejemplo.

 

Banco Regulable

 

El banco regulable está presente en casi todos los gimnasios por su versatilidad, ya que permite realizar los mismos ejercicios de un banco plano y además, añadir variaciones al permitir cambiar el ángulo del respaldo y en ocasiones del asiento también.

A la hora de variar esa angulación hay diferentes opciones, las hay con placas en las que se inserta algún tipo de pasador y los hay con estructuras dentadas que no requieren pasador y que el propio peso del banco afianza la posición.

Hay bancos reclinables que disponen de más o menos posiciones, incluso en algunos viene marcada la angulación cosa que es ideal.

Hay dos características que podemos tener en cuenta a la hora de elegir un banco regulable. El primero es que se ponga lo más vertical posible, no hace falta que se ponga a 90º estrictos ya que eso sería como trabajar una pared, pero sí debe llegar cerca de ese margen. Y luego debemos tener en cuenta cuando esté plano del espacio entre el respaldo y el asiento, ya que si ese hueco es muy grande podría ser algo incómodo, es la razón de que estén saliendo bancos con el llamado Zero Gap, o sin hueco.

 

Y hay bancos que incluso permiten declinar, es decir poner el respaldo en negativo, por debajo del paralelo, y que ofrecen un extra en su versatilidad.

 

El tejido y el relleno de respaldo al igual que en el plano deben ser resistentes, de alta densidad y con tejido hipoalergénico y que evite la humedad (que es donde se generan las bacterias y los malos olores).

 

Los bancos regulables, por el sistema de regulación son más pesados, y se hacen aún más necesarias las ruedas de transporte y un asa que lo facilite.

 

Con todos estos datos habrás comprobado que no hay un banco mejor o peor que otro, sino un banco plano muy útil y otro regulable, que si no realizas ejercicios que lo requieran no necesitarías.

Por eso decíamos al principio que había que pensar muy bien cuáles son los ejercicios que realizamos para comprar lo que necesitemos. Si el presupuesto no es problema, sí recomendaríamos uno regulable pues es más versátil, pero solo si se cumple esa premisa.

 

Por último recordar que el banco no es un elemento que se use a diario y que si tienes la opción, puedes comprar accesorios para colgarlos en la pared y dejar mucho más espacio libre para trabajar cuando no lo uses.

 

¿Y tú, con cuál te quedas en base a tus necesidades?

 

¡Nos vemos en Singular Wod!